EL JUEGO DE GERALD

Hace ya muchos años, siendo adolescente, cayó en mis manos un libro que no me dejó indiferente.                                                                                                                                                                        

Recuerdo que nos reuníamos mis dos mejores amigas y yo en casa de una de ellas y nos poníamos a leer entre las tres. Nos enganchó la historia desde el primer momento. Compartimos esa trama y la hicimos nuestra, fue muy especial.

No sé por qué ahora, unos veinte años después de aquello, me sigo acordando de aquellos momentos irrepetibles. Mi amiga leyendo en voz alta, las palabras que me hacían estremecer. Y es que al final, hay que reconocer que en la ficción y en las novelas, igual que ocurre con el rock, los clásicos nunca mueren.

Hoy quiero hablaros de una novela de terror que me impresionó mucho, por aquellos entonces no había leído tanto como ahora, pero descubrí muchas cosas con ella. Empecé a apreciar a los buenos escritores, a aquellos que saben contar las cosas y te mantienen expectante desde el comienzo hasta el final. No podía tratarse de otro que de Stephen King.

La historia está narrada con todo lujo de detalles, a algunas personas les podría resultar tedioso pero a mí me cautivó. Me enfrasqué con la protagonista en todo lo que le pasaba.

Lo que en un principio sería un fin de semana en una casita apartada del mundo, en un sitio ideal en mitad de un bosque y sin civilización alrededor, lo que en un principio podría servir como reconciliación de un matrimonio que había empezado a descuidarse, se acaba convirtiendo en una auténtica pesadilla. La protagonista no es feliz en su relación, y ese refugio, esa escapada que deciden hacer puede ser decisiva.

Cuatro claves principales tiene esta novela. Una cabaña apartada del mundo, un fin de semana romántico donde una pareja está totalmente incomunicada, un juego erótico que acaba en tragedia y la lucha de la protagonista por sobrevivir. Lo mejor de todo es que la pareja está incomunicada con el exterior y nadie sabe dónde están.

Es difícil hablar de este libro sin desvelar detalles, pero a mí su lectura me resultó dura, en ocasiones muy difícil y a la vez adictiva.

¿Qué hacer en una situación límite? ¿Cómo salvar tu vida cuando eres consciente de que puedes morir en una habitación sin que nadie venga a ayudarte? ¿Qué hacer para no caer en la locura? Jessie Mahout, se ve envuelta en una verdadera tragedia. 

Un lenguaje lleno de detalles nos lleva con Jessie desde el pánico o el miedo hasta la valentía, el delirio, el deterioro físico por el paso del tiempo, la desesperación de encontrarte atrapada entre cuatro paredes. La estupidez de la vida a veces nos pone a prueba. El horror de la muerte de alguien que quieres queda en un segundo plano cuando es tu propia vida la que está en juego.

Desde el principio, el suspense y la intriga están garantizados. Desde el principio, no quieres dejar de leer para saber cómo saldrá de esa escabrosa situación la protagonista, desde el principio me vi atrapada en su lectura, nos vimos atrapadas mis amigas y yo cuando compartimos esta historia juntas.

Esta novela de 1992  ha sido reeditada en varias ocasiones y su lectura para mi gusto no pasará de moda a través de las distintas épocas. Eso sí, como todo en la vida, tiene seguidores y detractores. Habrá personas que se apasionen con los detalles de esta increíble experiencia y otras a las que le resulte excesivamente lenta.

Yo soy del primer grupo, sin duda. También tengo que decir que te puede gustar un director pero no toda sus películas y que te puede gustar un escritor pero no todas sus novelas, hoy defiendo a muerte lo que para mí es un clásico de la literatura de terror. “El juego de Gerald” es una lectura más que recomendable.

Hay cosas que te llegan y otras que no, y no todos compartimos los mismos gustos, eso es lógico y en muchas ocasiones constructivo. Pero de mi adolescencia recuerdo haberme puesto en la piel de Jessie y quizás fue esta novela la que despertó mi pasión por la lectura, así que le debo mucho más que unas líneas en mi blog.

Léela y saca tu propia conclusión.