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EL BOLÍGRAFO DE GEL VERDE

   Hace un tiempo leí la primera novela de Eloy Moreno, un joven que se dio a conocer como escritor gracias al alcance de las redes sociales. Realmente me sorprendió mucho lo que leí y me gustaría reflexionar sobre ello en mi blog.

Nos hacemos muchas preguntas sobre cuáles son los ingredientes para que tenga éxito una novela, para que llegue a la gente, para que no sea indiferente. Cuando el libro cayó en mis manos, respeté mucho a la persona que dio vida a cada personaje, a la imaginación de la persona que se planta con una idea en su cabeza y acaba dándole forma, desarrollándola, plasmándola en su primer libro. Me consta que eso no es nada fácil así que le respeté antes de leer una sola página.

No sé cuál es el éxito para que triunfe una historia, pero sí sé por qué me llegó a mí este libro. Por su sencillez y porque claramente cualquier ser humano puede sentirse reflejado en su personaje principal. Pura empatía.

Elegir un tema sencillo, algo que le puede pasar a cualquiera que tenga una relación y expresarlo de tal forma que te ves reflejado completamente en esos sentimientos, da miedo, mucho miedo. La forma de contar esa historia es sutil y al mismo tiempo tan realista y cercana que asusta. Hay una palabra que atormenta, que es el enemigo número uno en cualquier relación de pareja. Una palabra a la que es difícil dar de lado cuando los años van pasando y la pasión de los primeros días se desvanece sin poder evitarlo. Una palabra capaz de destruir cualquier historia de amor, por la que es muy sencillo dejarse arrastrar, una palabra en torno a la cual gira esta desgarradora novela: rutina.

Puede parecer un tópico, pero es una realidad como un templo. En esta novela, se desgrana fase a fase el daño que puede provocar caer en la rutina. Todo comienza con pequeños detalles, demasiado pequeños para apreciarlos. Y el tiempo va haciendo que esos detalles sean cada vez más enormes, y se va creando una distancia entre la pareja complicada de superar.

Lo que más miedo me dio fue la cercanía de la historia. Cualquiera, insisto, cualquiera puede verse atrapado en ella sin darse cuenta, es tan sencillo que impresiona de verdad.

Esta novela me parece una oda a la soledad, a los problemas, a la sencillez y dificultades de la vida, a los obstáculos cotidianos, y también una oda a la vida. Porque absolutamente todo lo que nos pasa lo producimos nosotros mismos con nuestra actitud y nuestros actos. Y todo, sin excepción, es susceptible de cambio.

Esta lucha interna por cambiar, contra uno mismo y contra el mundo y el giro final de la novela, hace que se vislumbre una luz al final del túnel.

Siempre me gusta comparar la literatura con el cine. Y, salvando las distancias, me provocó un sentimiento parecido la película, para mí excepcional, de Blue Valentine.

En la película, se transmite un ambiente tan frío entre dos personas, un querer y no poder…ambos protagonistas luchan contra un muro, el amor no sólo se ha convertido en tedio, en desamor, sino también en impotencia, en rabia y en crueldad. El final de la película no es tan esperanzador como el de la novela, pero igualmente la recomiendo porque te hace pensar muchas cosas, te remueve por dentro y te produce sensaciones muy fuertes. A mí me dio por pensar que daría y haría lo que fuera por no llegar jamás a ese punto tan destructivo en una relación. Los comienzos en cualquier historia de amor suelen ser bonitos, llenos de ilusión y de planes de futuro. Pero a medida que pasa el tiempo, los meses y los años, lo difícil es seguir manteniendo esa ilusión. Es difícil pero no imposible.

Os invito a leer El Bolígrafo de Gel Verde, para mí un pequeño descubrimiento de un escritor novel lleno de sorpresas, mucho más profundo y desgarrador que su segunda novela, pero esa es mi personal opinión, nada más. Al centrarse en este tema tan cotidiano, al  ahondar en este universo tan complejo, te ves inmerso en un escenario que seguro te resultará familiar, bien porque lo has vivido en parte o porque lo has temido o porque conoces alguna historia parecida.

Muy recomendable su lectura, augurándole a este joven escritor un futuro prometedor.