REFLEXIÓN



Se puede escribir sobre cualquier cosa.
Para mí la escritura es una terapia, una necesidad que he intentado siempre satisfacer sobre el folio en blanco.
Desde muy pequeña sentí este impulso de expresar todo lo que me pasaba por la cabeza escribiendo. Primero con mi bolígrafo bic en cualquier libreta o folio, después con mi máquina escribir Olivetti, a continuación pasé a mi máquina de escribir electrónica y ahora sobre la pantalla del ordenador. En realidad da igual el soporte, lo importante es el mensaje, el hecho de no cansarte nunca de expresarlo todo.
Cuando no tenía conciencia de lo que me pasaba, solía escribir líneas sin sentido, en cualquier parte. Escuchando una clase aburrida de historia en el instituto, intentando estudiar sobre los apuntes, donde fuera y como fuera... Incluso plasmaba muchas veces los sueños que había tenido y que me resultaban curiosos. Los escribía y quedaban plasmados como pequeñas historias.
Es una costumbre que he ido desarrollando con el tiempo. Ahora escribo sobre todo microrelatos y relatos cortos, entendiendo mejor el significado de la estructura de una historia. Y como ya sabéis tengo el reto de mi novela. Pero a pesar de todo, ese impulso de escribir lo que estoy sintiendo sigue ahí; y esta reflexión que comparto a continuación es una muestra de ello.








Me siento frente al ordenador y durante un instante eterno cierro mis ojos.

Solo me dejo llevar por la música que suena de fondo, envolvente, intensa, en estado puro.

Cada nota se adentra en mi ser, en cada poro de mi piel. Respiro esa música que me obliga a escribir, a sentir y a soñar.

La respiro y la vivo. Necesito gritar al mundo cómo soy, necesito expulsar todo lo que llevo dentro, necesito que para variar nadie me haga preguntas que me incomoden. Que simplemente me miren y sepan que tengo mucho que decir.

Escribo para que nadie más que yo tenga la última palabra. La vida es un segundo, un jodido segundo que podemos aprovechar al máximo riendo, llorando, bailando o sufriendo. Tenemos libertad para decidirlo. Es así de sencillo.

Ya es hora de dejar de juzgar. Intentad no pensar, escribir, sentir, emborracharse, amarse, besarse, actuar, reír...
Haced locuras pero por lo que más queráis,VIVID.
 


Comentarios

Entradas populares de este blog

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

APRENDER EN COMUNIDAD

LA NARIZ ROJA