UNA PIRULETA COMO ÚNICO CONSUELO
Querido blog, quería comentarte que nunca he dejado de escribir, estuve en búsqueda de inspiración y adelantando mi novela.
¡Qué ilusión tenerlo todo mucho más claro! Ver que se va cerrando el círculo, pero esta vez, lo puedo disfrutar desde otra perspectiva...ya te hablaré de eso en otra ocasión...
Ahora solo quiero compartir uno de tantos microrrelatos que se me van ocurriendo entre sueño y sueño.
CONCURSO
Miré en mi mano. Una piruleta como único consuelo.
¡Menudo premio de consolación!
Me pasé una semana sin recreo, sin jugar con mis amigos, sin ver la tele.
Pensando rimas, pensando en Martina que nunca me mira en clase…
Hasta me salió un verso alejandrino: sus cabellos eran dorados como el trigo.
Aunque para que rimara añadí: Su padre se llamaba Rodrigo.
¿Sabrían que me lo inventé?
Mientras Carlitos fardaba de sus dos entradas para el circo, me planté delante del jurado.
La profesora de lengua y el director del cole me miraron pasmados cuando les pedí explicaciones:
¿Por qué mi poema no ganó el
primer premio?
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