SOY REDACTORA DIGITAL

 

SOY REDACTORA DIGITAL



Estudié periodismo en una buena universidad de Madrid. Mi experiencia profesional ha sido muy variada: locutora de radio, redactora en prensa escrita, administrativa en el sector de la formación, correctora y escritora de novela narrativa, guionista de cortometrajes, cursos online y obras teatro, actriz y directora de teatro, redactora digital para distintos nichos y para mi marca personal…Hasta trabajé un tiempo de encuestadora y en una agencia de viajes; pero como en cualquier historia, empecemos por el principio para llegar al momento en el que estoy ahora.

Lo cierto es que no estudié periodismo por vocación. A la edad en la que tuve que elegir una profesión, no tenía muchas más opciones. Buena estudiante, más de un siete en selectividad, tenía que estudiar una carrera sí o sí. Era lo que hacían la mayoría. Yo aún no tenía claro lo que quería ser, tenía demasiadas inquietudes por descubrir como para tomar una decisión tan importante, pero la tomé. Decidí estudiar periodismo porque me apasionaba la escritura y pensé que podrían enseñarme a escribir bien.

Desde siempre he sentido la necesidad de escribirlo todo. Ponerme delante del folio en blanco y desafiarle. Da igual donde esté, en el transporte público, de camino a una reunión o de fiesta, siempre llevo algo para anotar o el móvil preparado para dejar un mensaje de voz con ideas que se me ocurren, para luego poder desarrollarlas. Durante un tiempo, escribí sobre mis propios sueños, los redactaba como historias o fábulas. O de pronto me veía escribiendo sobre mis sentimientos más profundos, sobre un pensamiento rumiante, sobre un tomate o sobre la fragilidad del ser. Daba igual el tema, porque esa necesidad de escribir ha vivido siempre conmigo. Y al principio, siempre era un acto muy íntimo, sin ninguna intención de compartir lo que escribía con nadie.

Pero ocurrió algo en mi vida que me hizo verlo todo desde otra perspectiva. Murió alguien a quien quería y eso lo cambió todo. Como siempre, me refugié en la escritura para intentar de algún modo llenar un vacío insoportable, un vacío que no se llenaría con nada. Vomité mi dolor a través de palabras que salían de mi corazón a borbotones. Y lo dejé reposar. Pasado un tiempo obligatorio de duelo, volví a leer desde la distancia lo que había escrito, y casi convulsivamente, retomé la escritura, incluyendo más detalles, madurando una estructura narrativa que diera forma a todo. Y pensé que algún día mis palabras podrían ayudar a otras personas que hubieran pasado por situaciones parecidas. Al menos, yo necesitaba compartir mis sensaciones y mis fases de transformación después de aquella experiencia. Así que inventé personajes y contando algunas situaciones reales y otras imaginadas di forma a mi primera novela, que ahora está en proceso de edición. Pero sobre todo, algo había cambiado sin planearlo. Ya no quería guardármelo todo para mí, quería compartirlo con el mundo, ayudar a los demás a través de las palabras. Y así fue como el origen de mi novela fue la motivación que me inspiró para convertirme en redactora digital.

La decisión de especializarme en la redacción, estaba latente en mí desde hacía años, esperándome. Esperando a que yo estuviera preparada para abrir los ojos y darme cuenta. Porque ya no me daba miedo compartir mis historias, porque comprendí que tengo mucho que decir, mucho que ofrecer y mucho en qué ayudar a los demás y a las empresas.

El siguiente paso fue sencillo, formación técnica. Apoyarme en buenos profesionales para asentar y desarrollar unas bases que me permitieran seguir creciendo como una buena profesional. Y eso es lo que hice, formarme. Experimentar con mi propia marca personal, poner en práctica todo lo aprendido para seguir evolucionando.

Y sigo en ese camino desde entonces, haciendo lo que mejor se me da y lo que siempre he hecho, contar historias (Storytelling). Pero esta vez con otros objetivos: para ayudar a las empresas a vender sus productos, para compartir las historias de los demás, para hacer más visibles y cercanas a las empresas a través de las palabras. Hacer buenos textos impactantes, resaltar las cualidades y el mensaje que quiera transmitir cada cliente. Hay que llegar a la gente, conseguir objetivos concretos y resultados: más seguidores, más visibilidad, reconocimiento de la marca, afianzar y reflejar los valores, los pilares donde se asienta cada proyecto.

Mi experiencia en distintos sectores, me da versatilidad para adaptarme a nichos muy diferentes entre sí. Y no me faltan ganas de mejorar cada día. Para ello, sigo a rajatabla mis rutinas: leo de todo para continuar al día en las tendencias, para mantener a raya la ortografía, investigo, escribo y sigo escribiendo, aprendo de otros expertos, no me olvido de la formación continua ni de alimentar mi mentalidad abierta y de ayuda a los demás.

En definitiva, mi pasión por escribir fue lo que me motivó a ser redactora digital y lo que me inspiró sin yo saberlo a elegir una carrera donde poder desarrollar el arte y el poder de las palabras.



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