UN PROYECTO PROPIO
¿Cuántas
veces te has embarcado en un proyecto propio? Yo debo de confesar que muchas.
Aunque no siempre han salido todos adelante. Pero como espíritu libre e
inquieto que soy, no sé estar parada, y las musas están siempre revoloteando
por mi cabeza.
Hoy os
quiero hablar de un proyecto muy personal. Un sueño que se remonta unos años
atrás y que por fin se va a materializar sobre un escenario. Mi proyecto propio
se trata de una obra de teatro, de un trocito de mí misma.
Se estaba
fraguando en mí desde hacía tiempo, sin yo saberlo en realidad. Sentía una
necesidad de contar cosas, de expresar mis miedos que estaban dormidos. Esa necesidad
de mostrarte y compartir con los demás.
Desde que
siendo adolescente entró en mi vida, el teatro fue como una mágica revelación. Apareció
de pronto, como una ráfaga de viento, y se convirtió en algo adictivo. Algo que
nunca desaparecería del todo, como el recuerdo del primer beso…
Se abría
ante mí una ventana para mirar al mundo, una ventana para mirarse a uno mismo y
ponerse a prueba. El teatro se convirtió en una bonita manera de entender
ciertos valores y de conocer a personas con inquietudes parecidas.
Y una de
esas personas con la que recorrí una parte del camino, es la que se ha volcado
conmigo en esta locura. Mi amiga actriz y yo representamos varias obras juntas:
improvisaciones, microteatro, fuimos a cursos intensivos, a un retiro teatral…Pasamos
como espectadoras muchas horas en las butacas de distintos escenarios…Hasta que
nuestros destinos se separaron y seguimos aprendiendo y actuando en otras
escuelas.
Pasado un
tiempo, esa necesidad de crear algo propio seguía latente y después de pensarlo
y tener un primer borrador, contacté con ella y le planteé la idea de escribir
y contar nuestra propia historia.
Ya
habíamos representado guiones de otros autores, vidas de otras personas. Ahora
era nuestro momento y la obra era el
estímulo perfecto para contar lo que queríamos contar. No lo que otros autores
querían contar, sino lo que nosotras queríamos contar al mundo. Hablar de cosas
de mujeres, de todas las mujeres, de nosotras como actrices y como mujeres. De
nuestros miedos, frustraciones y sobre todo de nuestros sueños.
Así que
empezamos a dar forma a las palabras y ellas se iban colocando traviesas sobre
el papel. Números de clown, escenografía, vestuario, ensayos…y empezamos a
soñar.
El resultado: nuestro proyecto propio. Y la casualidad nos hará actuar en el mismo teatro donde actuamos juntas por primera vez, gracias a la ayuda de nuestro antiguo profesor, que también nos acompaña en este viaje.
Ese teatro nos trae mucha nostalgia y recuerdos. Risas y
momentos inolvidables. Aplausos que se quedaron atrapados detrás del telón.
Una fecha muy
cercana nos aguarda y un proyecto muy personal que nace de las entrañas se hará
realidad en escena. Por fin las musas, podrán aplaudir desde primera fila lo
que ellas mismas han creado.
Comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario.