LA BODA DE ROSA

 


   Una de las pocas salidas que realicé durante este verano fue para ir al cine. Necesitaba ver una película inspiradora, simpática, que no me hiciera pensar demasiado.

Necesitaba evadirme de tantas noticias difíciles de digerir, de tanto desconcierto e incertidumbre. De tanto dolor narrado a todas horas en las noticias de la tele, en los periódicos, en las redes sociales...

Y miré la cartelera. Me gusta mucho el cine español, creo que deberíamos apoyarlo más y me sigue sorprendiendo que mucha gente sea reacia a pagar una entrada  para ver una película española.



Hay directores muy buenos, y películas que para mí serán de culto e inolvidables. Una de ellas, por poner un ejemplo,  Arrugas, basada en un cómic de Paco Roca. Dibujante al que también sigo con devoción, por su ternura y su capacidad de mostrar la realidad llegando directamente al alma.

Pero bueno, no quería hablaros de esta película, sino de La boda de Rosa, de Itziar Bollaín y protagonizada por Candela Peña. Me gusta de ella que se come la cámara, que transmite verdad. 

Esa es la palabra, verdad en estado puro. Naturalidad, la gran pesadilla para un actor, conseguir ser natural y no sólo ser creíble en un papel, sino que te creas que esa actriz o ese actor son realmente sus personajes. 

No quiero dar detalles de la película, ni destripar el argumento, por supuesto. 

Es un argumento por otro lado muy sencillo, muy directo y con un mensaje muy claro. Tan claro que asusta. Tan sencillo que no es tan fácil de asimilar. Porque en la sencillez de las cosas también hay cierta complejidad, cierto miedo.

La recomiendo abiertamente a todo el mundo. Porque es imposible no quererse a uno mismo y ser feliz, es imposible no quererse a uno mismo y querer a otras personas, imposible no quererse a uno mismo y cumplir alguno de tus sueños.

Con un tono colorista y vivo como el traje de novia de la protagonista, la película transcurre hacia un discurso final que todos esperamos desde el principio, pero que necesitamos escuchar. Directo, claro, transformador y enriquecedor. Y con ese mensaje y una sonrisa en los labios salí del cine alegrándome de haber escogido esa película y sintiéndome plenamente identificada con Candela.

Porque esta vida no es tan difícil como pensamos y sólo es una y es fugaz. Porque a veces los sueños se cumplen o puede haber una pequeña posibilidad de que eso suceda si se intenta. Porque hay que sentir a veces el impulso de arriesgarse y de ser fiel a uno mismo. Por todo eso, merece la pena luchar.

Gracias a Itziar por poner las palabras que muchas veces he pensado en boca de Rosa. Y gracias por hacerme reír, y también llorar.

Comentarios

  1. Ya quiero ver esa pelí. Qué bonito post.

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    1. Me alegra mucho que te gustara el post. La película merece mucho la pena.

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